RETRATO EN
SANGRE de John Katzenbach.
2006. Thriller. P:
7/10.
Autor: KATZENBACH, JOHN
|
Sinopsis: No era un viaje normal por
carretera…
Miami, Nueva Orleans, Kansas City, Omaha, Chicago, Cleveland. Un hombre, una mujer, un coche y una cámara
fotográfica. Él secuestra, mata y después fotografía a sus víctimas. Ella
escribe sobre lo ocurrido y se asegura de que ha plasmado correctamente la historia,
porque sabe que él lo revisa todo.
La detective Mercedes Barren tiene
motivos para perseguirlo: su sobrina fue una víctima. Y también el psiquiatra
Martin Jeffers, especialista en delitos sexuales. Una odisea. Una expedición.
Una pesadilla que se adentra en el día siguiente… con Retrato en sangre. La detective Mercedes Barren acaba de sufrir un
duro golpe: su sobrina ha aparecido asesinada. Parece que el culpable es un
asesino en serie al que se le conoce como “el asesino del campus”. La detective
no parará hasta descubrir quién se esconde tras esos asesinatos.
Al mismo tiempo un hombre inicia un viaje acompañado de su cámara fotográfica y de una chica a la que acaba de secuestrar. Él irá cometiendo asesinatos y fotografiará a sus víctimas. Ella se dedicará a escribirlo todo realizando así una biografía de la muerte.
Al mismo tiempo un hombre inicia un viaje acompañado de su cámara fotográfica y de una chica a la que acaba de secuestrar. Él irá cometiendo asesinatos y fotografiará a sus víctimas. Ella se dedicará a escribirlo todo realizando así una biografía de la muerte.
Comentario: Con un impactante comienzo como
ya se esperaba, John Katzenbach te mantiene en tensión durante toda la novela.
Capítulo a capítulo va desenredando la mente del asesino y la del resto de los
personajes. No llega al nivel de “El psicoanalista” o “La historia del loco” pero se acerca bastante; si mantiene el alto nivel,
en cambio, de "Al calor del verano".
Ésta fue la
cuarta novela que leí de este autor, después de “El psicoanalista,
2002”, “La historia del
loco, 2004” y "Al calor del verano, 1982".
Es una novela de unas quinientas páginas pero que no se hace en absoluto larga. De hecho, al final, te quedas con ganas de saber más. Creo que el autor es un maestro a la hora de dosificar los momentos clave de la trama, de forma que se te hace muy difícil posponer la lectura para otro momento al final de cada capítulo.
El pasado de los personajes marcará sus destinos y el viaje que protagonizan se convierte en una inquietante persecución de la que solo al final conoceremos el resultado.
Para mí lo mejor de la novela es el asesino: su pasado, sus miedos, sus frustraciones, su fuerza… Por el contrario no me ha acabado de convencer el personaje femenino principal, la detective Barren. Es una mujer que está completamente obsesionada por el asesino y que se olvida de todas las normas que debe cumplir como policía por un hecho que le afecta en el plano personal.
En general es una novela policíaca que engancha hasta la última página, con un final que no deja de sorprender. Me atrapó de principio a fin pero está en particular creo que le faltó un poco más al final... Sobre este personaje, repugnante y fuerte, el autor de El psicoanalista construye una intriga a modo de un largo viaje, de una escapada frenética, sembrada de asesinatos en serie, que nos llevará desde Miami a Claveland, de Kansas City a Chicago en un perpetuo sobresalto.
Es una novela de unas quinientas páginas pero que no se hace en absoluto larga. De hecho, al final, te quedas con ganas de saber más. Creo que el autor es un maestro a la hora de dosificar los momentos clave de la trama, de forma que se te hace muy difícil posponer la lectura para otro momento al final de cada capítulo.
El pasado de los personajes marcará sus destinos y el viaje que protagonizan se convierte en una inquietante persecución de la que solo al final conoceremos el resultado.
Para mí lo mejor de la novela es el asesino: su pasado, sus miedos, sus frustraciones, su fuerza… Por el contrario no me ha acabado de convencer el personaje femenino principal, la detective Barren. Es una mujer que está completamente obsesionada por el asesino y que se olvida de todas las normas que debe cumplir como policía por un hecho que le afecta en el plano personal.
En general es una novela policíaca que engancha hasta la última página, con un final que no deja de sorprender. Me atrapó de principio a fin pero está en particular creo que le faltó un poco más al final... Sobre este personaje, repugnante y fuerte, el autor de El psicoanalista construye una intriga a modo de un largo viaje, de una escapada frenética, sembrada de asesinatos en serie, que nos llevará desde Miami a Claveland, de Kansas City a Chicago en un perpetuo sobresalto.
Una novela
larga, bien construida, con uno de esos finales llenos de simbolismo que le
gustan a Katzenbach y considerables dosis de tensión manteniendo el interés de
los sucesivos capítulos.
"De modo que ya ves en qué me he
convertido --le confesará Jeffers, el criminal, a uno de sus cómplices--. Me he
vuelto un experto. Ya estaba listo para ser un asesino. No un imbécil con
suerte que consigue irse de rositas tras asesinar por casualidad a una
prostituta, sino una auténtica máquina de matar, calculadora y profesional.
Pero no un sicario que recibe órdenes de algún mafioso de los bajos fondos o de
un narcotraficante colombiano, sino un asesino que trabaja exclusivamente para
sí mismo. Eso es lo que soy".
"A la mayoría de los asesinos --reflexiona Jeffers frente a una de sus
cautivas, a la que le obliga a transcribir sus pensamientos, con idea de
legarlos para la eternidad--, los cogen porque, en su arrogancia, en su
necesidad, ponen su firma en el crimen. Para mí, lo importante es el acto en
sí, no la firma al pie del cuadro. Así que, para asesinar, me transformo en
otra persona. Me meto en la cabeza de esa otra persona. Hago uso de los
detalles que conozco y de los que puedo conjeturar, y creo mi propia obra
perfecta. Llego. Mato. Me voy. Y nadie, salvo yo mismo, se da cuenta de
nada".
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