EL PROFESOR de John Katzenbach.

EL PROFESOR  de John Katzenbach.

2010. Thriller. P: 8/10.

Autor: John Katzenbach.

Sinopsis: Una conflictiva y rebelde chica de 16 años, Jennifer Riggins, en la misma tarde que intenta escapar de su casa una vez más, con esta serán ya tres o cuatro veces,  es raptada por una pareja de psicópatas, la meten dentro de una furgoneta conducida por una mujer rubia… la encierran en un sótano, la torturan, la maltratan, y no contentos con esto lo retransmiten todo por Internet a cambio de una buena suma de dinero…

Un viejo profesor de Psicología; Adrian Thomas,  ya jubilado, con problemas de salud, le acaban de diagnosticar una demencia degenerativa y cuatro años más de vida,  y el drama de la muerte de su mujer, su hijo y su hermano,  que vio retazos del momento de su secuestro parece ser su única vía de escape…o suicidarse para escapar de sufrimientos.

Comentarios: Una nueva obra de este genio de Katzenbach. Es el autor de “La historia del loco” y de “El psicoanalista”, “La sombra”,  nos enfrenta, una vez más a los terrores del alma humana, a los monstruos que anidan dentro de nosotros o de los que animamos con nuestro silencios culpables o nuestros deseos de algo más que nos rompa las rutinas. Además de “Juicio final” que fue llevada al cine con Sean Connery, “Al calor del verano” con Ken Russell, “La guerra de Hart” con Bruce Willis, etc…“Retrato en sangre”, “El hombre equivocado”, “Juegos de ingenio”, “Un asunto pendiente”.

El libro no es apto para gente sensible, el autor ha dado un paso más y algunas descripciones, aunque muy elípticas, no directas, son espeluznantes, nos dejan un pozo muy amargo y pesimista.

Me trajo ecos de esa obrita que es “Insomnia de Stephen King”, o de aquella película, toda una obrita maestra de 1965,  que es “El coleccionista” del maestro de maestros que fue William Wyler, protagonizada en sus principales papeles  por Terence Stamp y Samantha Eggar..

Ya el primer capítulo es sensacional, ya te atrapa y te marca los personajes que la habitan; esa consulta con el médico, la forma en cómo se lo dice, como él lo asume…más tarde como ve a la chica, la furgoneta y:

“Miro otra vez. La niña había desaparecido. Pero en la calle había dejado la gorra de beisbol rosada”

No llega a superar, en mi opinión, a las dos primeras nombrada: La historia del loco y El psicoanalista. Pero mantiene el alto nivel y el análisis perverso de la mente humana y, en este caso, de la pareja de asesinatos múltiples, caso extraños pero que tienes su propia marca de fábrica.

Una novela que te involucrara y dejara tocado.

Conforma avanza va cogiendo un ritmo endiablado y un final tremendo, increíble. El epilogo hará que nos llenen los ojos de lágrimas.

Absorbente, no podrás dejar de leerlo hasta el final, con una prosa fácil, descriptiva y muy bien retratados los personajes alguno muy ambivalente…

Novela de monstruos, de terribles y cotidianos  monstruos. Esta el monstruo que devora al bueno del viejo Adrian, que le roba su personalidad, la dignidad y el honor, que le hace desear una muerte digna antes de sufrir condenado en la nada, el vacio, la ausencia de sentimientos y recuerdos.

Esta el monstruo de internet y sus secuelas, de por dinero se ve lo que se quiera y no nos implicamos mas pues, al final, es una fría pantalla de televisión. Muchos espectadores que viven y sufren mirando otras cosas como si nada, la pantalla hace de frontera de pensamientos, moral y creencias.

El monstruo de la codicia, del dinero fácil; de que todo es posible para ganar más y más y más…

La pareja monstruosa que sabe que hacen daño, que buscan hacer daño y lo hacen sin pensar más que en sí mismos y buscan excusa tras excusa para ello; secuestraran y violaran y torturaran y, al final, mataran a sus juguetes rotos…

Ese ser, casi da pena sino fuera porque también hace daño sobre a los más inocentes de todos ¡los niños! que asumirá la figura  de “Beatrice” para Adrian en ese descenso a los infiernos. Un monstruo mas, el ogro de los cuentos de hadas que roba la inocencia de los pequeños lectores.

¡Monstruos¡ Los hay en el edificio en que vivimos, en las calles, en el trabajo. Nadie sabe qué se esconde tras esa fachada/careta que se ponen en nuestra presencia. ¿Tened cuidado!.