jueves, 19 de agosto de 2021

Un amor de Sara Mesa.

Un amor de Sara Mesa.

2020. Drama. P: 6/10.

Autora: Sara Mesa.


Sinopsis: En La Escapa, un pequeño núcleo rural donde Nat, una joven e ​inexperta traductora, acaba de mudarse. Su casero, que le regala un perro como gesto de bienvenida, no tardará en mostrar su verdadera cara, y los conflictos en torno a la casa alquilada –una construcción pobre, llena de grietas y goteras– se convertirán en una verdadera obsesión para ella. El resto de los habitantes de la zona –la chica de la tienda, Píter el hippie, la vieja y demente Roberta, Andreas el alemán, la familia de ciudad que pasa allí los fines de semana– acogerán a Nat con aparente normalidad, mientras de fondo laten la incomprensión y la extrañeza mutuas.

La Escapa, con el monte de El Glauco siempre presente, terminará adquiriendo una personalidad propia, oprimente y confusa, que enfrentará a Nat no solo con sus vecinos, sino también consigo misma y sus propios fracasos. Llena de silencios y equívocos, de prejuicios y sobrentendidos, de tabús y transgresiones, Un amor aborda, de manera implícita pero constante, el asunto del lenguaje no como forma de comunicación sino de exclusión y diferencia.

Comentarios: Es curioso como en estos últimos tiempos aparecen estas noveles en los que la base de la trama es la huida al campo de un urbanita para, desde ahí, construir una metáfora de la vida actual, metáfora y critica antes los conflictos que se producen.

Sara Mesa (“Cuatro por cuatro”, “Un incendio invisible”, “Cicatrice”, “Cara de pan”, “Mala letra”) vuelve a confrontar al lector con los límites de su propia moral en una obra ambiciosa, arriesgada y sólida en la que, como si de una tragedia griega se tratara, las pulsiones más insospechadas de sus protagonistas van emergiendo poco a poco mientras, de forma paralela, la comunidad construye su chivo expiatorio.

Una novela solida, por desgracia muy corta, muy bien construida, con un lenguaje limpio y cuidado y unos personajes deliciosos. Hay, en ella, una frágil patina de tragedia griega o de novela tensa del género casi gótico, de terror, pero de un terror cotidiano, cercano, conocible por todos nosotros pues en algún momento los hemos vivido. Con todo el peor personaje, es la propia protagonista, Nat cuyo retrato queda difuminado, vacío, inconsistente. También hay ecos del mejor Delibes, con perdón, que nadie se ofenda.

Quizás, sin quizás, la segunda parte es la más floja e inconsistente por el caos mental de la protagonista.

La narración es fluida con esos tres niveles: esa narración en tercera persona, los diálogos que son escasos y los pensamientos de esta mujer.

Y un final no muy conseguido que desmerece del resto del libro. Te deja con la boca abierta diciéndote no puede ser, así no se acaba una buena novela como esta…ligera decepción y fracaso como lector.

 

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