jueves, 25 de julio de 2019

Dracula, antología. "Ternura para los monstruos."


Dracula, antología.

2008. Relatos, terror, antología. P: 6/10.

"Ternura para los monstruos."

Autores: Cristina Cerrada, Raúl Guerra Garrido, Eduardo lago, Gustavo Martín Garzo, Ricardo Menéndez Salmón, José María Merino, Carmen Posadas, Santiago Sequeiros.

La voz que eternamente nos llama desde la oscuridad.

Siete relatos y una ilustración a doble página de Santiago Sequeiros, sobre el personaje de Drácula, metáfora del mal y de la soledad, pero también del deseo y el amor eternos.

- *** Vampiros en Weimar de Ricardo Menéndez Salmon. Extraño y marginal por cuanto la base del mismo es un secundario, el loco, el orate, el que precede al maestro, Reinfield.

- **** El relevo de José Maria Merino. Una vuelta de tuerca muy macabra sobre los cazadores de vampiros... que acaban siendo cazados.

- ***** Carta dirigida a las novias de Dracula encontrada por el doctor Van Helsing en su castillo de Carmen Posadas. Delicioso, rompedor y transgresor relato con una relectura de Dracula en Londres y como se va introduciendo en la sociedad británica, como va conociendo a personajes tan suyos como Oscar Wilde, o a los tres sospechosos de los crímenes del destripador: para, al final, reconocer al autor de los crímenes  en la persona de Lewis Carroll ...je....je....je....

Delicioso, me encanto, lo mejorcito del libro. Solo por este relato ya vale la pena esta antología. De verdad rompedor, irreverente, genial,

- *** El príncipe de las tinieblas de Gustavo Martin Garzo. Muy buen relato de corte más bien costumbrista y con unos perosnajes y referencias muy buenas.

- ** Te prohíbo contarlo de Raúl Guerra Garrido. Todos podemos tener a un vampiro en nuestro interior.

- ** Aquella paradoja infernal de su destino de Cristina Cerrada. Un Dracula en paz en medio del bosque.....

-** Alina de Eduardo Lago. Una persecución por las tierras americanas de un sueño en forma de mujer con dos nombres...

Resumiendo un gran relato de Carmen Posadas, y otro bastante bueno de José Maria merino, y otros dos salvables. El resto olvidable, alguno casi no se entiende que quiere contarnos el autor. Una pena, este personaje merecería mucho mas.

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