EL HOMBRE QUE PERSEGUIA AL TIEMPO de
Diane Setterfield.
2013. Drama,
fantástico. P: 6/10.
Autor: Diane
Setterfield.
Sinopsis y
comentarios: Fábula sobre la ambición y la inevitabilidad de la muerte que
recuerda a Charles Dickens.
William
acababa de cumplir diez años cuando consiguió la admiración de todos sus
amigos: su ojo experto apuntó a un grajo que descansaba en un árbol lejano y,
tras un instante de concentración, el tirachinas dio en el blanco. Nada grave,
en apariencia; solo una chiquillada, pero desde entonces su vida cambió y
William se propuso olvidar el pasado, trabajando duro para adelantarse al
tiempo y a sus leyes. Los años fueron pasando, y un hombre vestido de negro
empezó a rondar a William en las circunstancias más trágicas. Nació así una
extraña unión entre los dos caballeros, y se inauguró en Londres una tienda
espléndida, donde se exponían las telas y los complementos adecuados para el
duelo de los difuntos. El negocio fue un éxito, y William durante un tiempo
pensó que su apuesta por el olvido era acertada, pero llegó un día en que un
grajo muy negro surcó el techo acristalado del almacén y de golpe el pasado
volvió, cargado de secretos y dispuesto a tomarse su venganza...
La famosa
autora de El cuento número trece nos sorprende ahora con una hermosa y triste
historia donde el misterio y el recuerdo van de la mano. Una historia que está
a años luz de su primera novela, reconozco su calidad a la hora de escribir,
siempre de forma elegante y fina, de narrar situaciones o sentimientos, de
lograr una atmosfera misteriosa y muy llena de símbolos, pero....lo mejor es un
prologo increíble, lleno de matices, por si es un autentico hallazgo o una
historia casi independiente de todo el libro.
Novela muy
documentada por la época, por el ambiente de las fabricas de telas y su
tecnología o el de la funerarias de la época victoriana.
No es una
obra perfecta, hay baches narrativos por el medio; por un lado hay personajes muy poco elaborados
y que no sabemos a cuento de que nos lo mete con calzador, pululan y lo mismo
que aparecen, desaparecen, no entendemos motivaciones o ideas o carácter, es
decir, unos secundarios pobres y nada definidos; por otro se reitera en
aspectos técnicos-industriales que hacen pesada ciertos pasajes de la lectura,
información que no vale para nada, que sobra, superflua; y por ultimo ese
personaje misterioso "Black", que no está bien potenciado, se echa en
falta aun cuando solo sea un símbolo funesto, es como una trampa de la
novelista para intrigarnos.
Lo mejor, de
10 para arriba, es ese prologo que funciona como un cuento corto pero que es
una autentica maravilla.
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