EL MONSTRUO
QUE AMABA LAS GASOLINERAS de Christopher Moore.
2014. Humor,
fantástico, ciencia ficción. P: 7/10.
Autor:
Chistopher Moore.
Sinopsis: La
psiquiatra de Pine Cove ha decidido sustituir los antidepresivos que
administraba a todos sus pacientes por placebos, así que naturalmente, o más
bien artificialmente, la clientela del club de blues local se ha disparado. El
problema es que la melancólica música también ha atraído a Steve, una
gigantesca bestia marina con cierta obsesión por los camiones de combustible.
De pronto,
la taciturna Pine Cove ha dado rienda suelta a su libido y una misteriosa ola
de crímenes asola la ciudad. El agente de policía Theophilus Crowe tendrá que
mantener a raya sus más bajos instintos para descubrir qué está ocurriendo y si
hay algún modo de detenerlo.
Comentarios:
Hilarante, subversiva, mezcla de géneros pero siempre en clave de humor negro,
por supuesto, negrísimo...como siempre aparece su sitio emblemático, símbolo y
recuerdos, el pueblo pintoresco y singular de Pine Cove y su caterva de
personajes y personajillos...todo con ese envoltorio surrealista que le da una
patina personal y atrayente.
Theo el
policía al que le ordenan que no investigue, Pez gato, Mavis la del bar Cabeza
de Babosa, la suicida de Bess leander, la siquiatra Valerie Riordan, Molly
Michon también conocida, eran otros tiempos, como Kendra la nena guerrera de la
frontera; Winston el farmacéutico enamorado locamente de los delfines, Estelle la pintora; Gabe el biólogo mas preocupado por
sus ratas que por si mismo, llamado también por el sobrenombre de "el tipo
de la comida" bien acompañado por el fiel Skinner, ....el monstruo marino,
también llamado Steve, Burton, Jenny la chismosa; Irving también conocido como
La Araña, el que sabe todo, el que conoce todo y lo que se debe hacer en cada
momento...¡Qué personajes y personajillos! incluyendo a H. P.
No deja
títere con cabeza y una sonrisa, larga sonrisa, en nuestros labios. Guiños a la
cultura cinematográfica y escenas muy subiditas de tono (aun trato de
imaginarme alguna de ellas que ya, ya, ya...)
Una prosa
muy correcta, llena de guiños y símbolos, en algunos momentos demasiados
americanos pero en fin, el autor es de allí y se debe notar su cultura, aunque
sea de prestado.
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