Las máscaras
del héroe de Juan Manuel de Prada.
1997. Drama,
literatura. P: 9/10.
Autor: Juan
Manuel de Prada.
Sinopsis: En un
Madrid coral por el que circulan Pio Baroja, Ramón de Valle, Colombine, Ramón
Gómez de la Serna, etc. se narra la
relación entre un arribista sin otro talento que el de su radical cinismo
–Navales, el cronista principal– y un autor lleno al parecer de rasgos de
genialidad creadora aunque atrabiliario y fracasado, Pedro Luis de Gálvez; de
la envidia del primero hacia el segundo, de cómo lo utiliza mercenariamente,
del saqueo de su obra y, por fin, de lo que pudiéramos llamar el ajuste de
cuentas.
Comentarios:
"Primera novela de Juan Manuel de Prada que confirma sin lugar a
dudas lo que ya muchos intuyeron tras la publicación Coños y El silencio del
patinador: nos hallamos ante un autor mayor de nuestras letras, dueño de un
estilo propio y de unos recursos narrativos que delatan al escritor de raza. A
lo largo de seiscientas páginas, Prada despliega una galería de bohemios santificados
por el anarquismo, aprendices de mesías que juegan alevosamente a la vilencia,
espectros que habitan el museo del olvido y figurones sorprendidos en su vida
doméstica y nos ofrece un libro que es a la vez novela coral y crónica
literaria de toda una época, episodio nacional y esperpento, tapiz sangriento y
epopeya íntima de unos hombres que vivieron en medio de la sordidez y murieron
desangrados de tinta o de sangre. Sobre el aguafuerte de la Historia, Juan
Manuel de Prada entreteje las existencias atormentadas y sonámbulas de sus mil
y un personajes, entre los que destacan Fernando Navales, nihilista y canalla,
y su alter ego, Pedro Luis de Gálvez, aquel bohemio que prefirió enmascarar su
heroísmo con los disfraces del desgarro y la truhanería, antes de habitar el
cielo de las mitologías. Una obra sin concesiones, negrísima y magistral, que
mezcla la precisión del dato con metáforas deslumbrantes. Una novela
inabarcable como la vida, que consagra al mejor escritor de su generación y nos
reconcilia con el placer de la lectura."
Realmente
imprescindible su lectura, una obra ambiciosa y superlativa, llena de
personajes maravillosos (ficticios y reales) como en un bosque frondoso que es
la literatura.
Prada
refleja su capacidad narrativa, un lenguaje (barroco en muchos momentos) capaz
para la elaboración de escenarios e imágenes y escenas que bordean la maestría
de los clásicos; todo con cierto humor como en la picaresca española de todos
los tiempos; humor y esperpento pero siempre con ese toque humano y afable que
lo dignifica y que nos conmueve.
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